martes, 30 de enero de 2018

Prevenir la hipertensión arterial con el deporte



Prevenir la hipertensión arterial con el deporte
Autor: Redacción Onmeda Revisión médica: Dr. Tomás Rodelgo

 

© Jupiterimages/iStockphoto
 
Existe hipertensión arterial cuando los valores de la presión arterial son superiores a 140/90 mmHg. Las personas con hipertensión tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, por eso es importante prevenir a tiempo la tensión arterial alta, por ejemplo, con el deporte.

El ejercicio físico ayuda a mantener baja la tensión arterial, lo que disminuye el riesgo de complicaciones debidas a la hipertensión, como aterosclerosis, insuficiencia cardiaca, infarto de miocardio o insuficiencia renal.

La hipertensión arterial (HTA) es una enfermedad caracterizada por unos valores de tensión arterial demasido altos. Pasa frecuentemente desapercibida porque no manifiesta síntomas durante mucho tiempo. Sin embargo, tener la tensión arterial muy alta daña el organismo a largo plazo. ¿Quieres saber más?

En la mayoría de los casos, las causas concretas de la hipertensión arterial no se pueden determinar. Sin embargo, hay una serie de factores que influyen en el desarrollo de la enfermedad, por ejemplo, la obesidad o un exceso de sal en la dieta.

Signos de hipertensión arterial

Las mediciones de la presión arterial regulares muestran si se padece hipertensión arterial. Cuando la presión arterial está de forma duradera por encima de 140/90 mmHg, entonces se ha alcanzado médicamente el umbral de hipertensión.

El valor óptimo para la salud es un valor de la tensión arterial sistólica (el primer valor) de 120 y una diastólica (el segundo valor) de 80, es decir, 120/80 mmHg. El valor 130/80 mmHg es considerado normal.

La hipertensión arterial es un peligro silencioso. Durante años, muchos afectados no muestran síntomas evidentes, por lo que a menudo se descubre (demasiado) tarde. En estados avanzados se tienen síntomas como:
  • Cefalea
  • Vértigos
  • Hemorragia nasal
  • Acúfenos (zumbidos en los oídos)
Factores de riesgo para la hipertensión arterial

Por lo general, según aumenta la edad aumenta también la tensión arterial. Otros factores de riesgo para la hipertensión arterial son:
  • trastornos del metabolismo lipídico
  • obesidad
  • tabaquismo
  • exceso de sal en las comidas
  • falta de ejercicio físico
Las personas que hacen deporte con regularidad, contribuyen a minimizar los factores de riesgo.

Prevenir con el deporte

Con el ejercicio aeróbico regular las arterias sanguíneas se mantienen elásticas. Puede fluir suficiente sangre sin causar ningún daño a las paredes de los vasos sanguíneos.
Obviamente, la tensión arterial aumenta con el deporte, pero solo durante el tiempo de entrenamiento. A la larga, el ejercicio aeróbico moderado practicado de forma regular lleva a una disminución general de la presión arterial, tanto en reposo como bajo esfuerzo. Y una baja presión sanguínea protege el corazón porque tiene que bombear contra una menor resistencia.

Cuanto más entrenado se está, antes se vuelve a la frecuencia cardiaca en reposo después del ejercicio. Uno se recupera antes.

Ejercicios aeróbicos como caminar, el senderismo, la natación, la marcha nórdica y el ciclismo impulsan la circulación uniformemente. Los deportes de lucha, fuerza y algunos más, que pueden disparar la presión sanguínea de repente con picos de esfuerzo (por ejemplo, el levantamiento de pesas), son menos apropiados para bajar la tensión arterial con suavidad.

El ejercicio es bueno para prevenir la hipertensión arterial pero, como en tantas otras cosas, dentro de unos límites. Se recomienda entrenar varias veces a la semana durante no mucho tiempo, de 30 a 45 minutos de ejercicio ligero son suficientes. Lo óptimo es hacer de tres a cuatro sesiones de ejercicio a la semana.

No hay que sobrecargarse. Se puede encontrar la dosis de esfuerzo adecuada con la calculadora de pulso en esfuerzo, por ejemplo. Es aconsejable comprobar el pulso varias veces durante el entrenamiento con el fin de evitar los sobreesfuerzos. Cuanto más rápido se vuelva a la frecuencia cardiaca en reposo (alrededor de 60 a 70 latidos por minuto) después del ejercicio, mejor es la forma física y el estado de la salud.

Fuentes:
Onmeda internacional

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