sábado, 17 de febrero de 2018

¿Qué es el Petro? ¿Cuál es su potencial para Venezuela?

¿Qué es el Petro? ¿Cuál es su potencial para Venezuela?

Por: Federico Kucher / Celag



El Petro, al igual que el resto de los activos digitales, funcionará en base a la tecnología blockchain. | Foto: Celag

El Petro tiene todas las oportunidades para poner al mercado de monedas digitales a sus pies. Las reglas con las que se programe el activo digital venezolano deberán respetar los mejores estándares de la comunidad de criptomonedas para generar confianzas y seguridad.

El anuncio de Venezuela sobre la creación de una moneda digital colocó al país en la vanguardia de la tecnología y las finanzas globales. El Petro despertó fuerte entusiasmo en la comunidad de inversores de las criptomonedas y generó enormes expectativas acerca de cómo evolucionará el sistema financiero internacional. Desde Celag dialogamos con David Jaramillo, ingeniero en ciencias de la computación y emprendedor blockchain, para entender elementos claves de la nueva criptomoneda. 

El experto aseguró que Venezuela fue inteligente y comprendió una de las principales necesidades en el mundo de los activos digitales: ofrecer una garantía en recursos naturales. Esto implica que el precio del Petro no estará vinculado a los caprichos y la especulación del mercado, sino que se asociará al valor de los activos reales como el oro, el gas, el diamante y el petróleo. Mencionó que se abren importantes perspectivas para conseguir fuentes de financiamiento no convencionales, evitar los bloqueos y las sanciones de países como Estados Unidos y poder contrarrestar las tensiones de la inflación y el desabastecimiento empresarial.

– ¿Qué ventajas tiene el Petro respecto de otras criptomonedas (activos digitales)?

Las criptomonedas aprovechan lo mejor de internet y de las matemáticas para permitir transacciones de dinero entre los países y personas sin que nadie pueda intervenirlas o manipularlas. El Petro conserva este elemento clave de las monedas digitales, pero agrega otras características que lo potencian. Su valor no estará definido por la especulación del mercado, lo que muchas veces provoca grandes fluctuaciones tanto al alza como a la baja. El precio del Petro estará relacionado con el precio internacional del oro, gas, petróleo y diamantes. Es lo que hace mucho tiempo se viene pidiendo en la comunidad de inversores de monedas digitales. Existe un antecedente de una empresa que emitió una moneda digital respaldada en oro. Es el caso de Digix. Pero el Petro es un proyecto de proporciones mucho mayores. Se trata de la primera vez que un país decide emitir un activo digital respaldado con recursos del mundo real. La expectativa es muy alta porque al tener un Estado detrás, habrá grandes cantidades de materias primas garantizando la emisión de la moneda, lo cual implica que la escala y el volumen de las transacciones que puede tomar el mercado es ilimitado.

– Si el Petro tendrá el valor de las materias primas, ¿por qué no comprarlas directamente?

El inversor que quiere tener parte de su capital atado al precio del petróleo, oro, diamantes y gas, podría comprar directamente esos recursos y almacenarlos. Pero el traslado físico desde Venezuela hasta cualquier parte del mundo de barriles de petróleo o lingotes de diamante es costoso. El inversor tiene la opción de comprar algún derivado en las bolsas internacionales que represente el valor de la materia prima que quiere adquirir. Pero en ese caso hay costos de intermediación elevados. Lo maravilloso del mundo de la criptomoneda es que el costo de transferencia y comisión tiende a ser cero. Es una forma de democratizar los movimientos financieros, sin importar los países ni los estratos sociales del inversor. Esto es posible por la tecnología blockchain que utilizan los activos digitales, en el que la descentralización de la información permite un mercado sin intermediación ni manipulación de terceros actores.

– ¿Venezuela va a conseguir más financiamiento del mundo?

El Petro tiene todas las oportunidades para poner al mercado de monedas digitales a sus pies. Las reglas con las que se programe el activo digital venezolano deberán respetar los mejores estándares de la comunidad de criptomonedas para generar confianzas y seguridad. Un desarrollo eficiente y con pericia asegura un flujo enorme de inversiones para el país, desde muchas partes del mundo. Los inversores del universo de las criptomonedas hace tiempo vienen pidiendo tener la posibilidad de comprar con una parte de sus activos algo atado al mundo real, es decir al precio de las materias primas, y poder diversificar parte de su riesgo. El Petro responde a la perfección a esa consigna porque, le permite a esta comunidad -cada vez más grande- de las criptomonedas, adquirir materias primas (activos reales) sin salirse del mundo digital. Especialistas de todas partes ven con fuerte entusiasmo la propuesta. Uno de los primeros en dejarlo claro fue Max Keiser, experto en finanzas y tecnología de Russia Today. El mismo día del anuncio aseguró que Venezuela dio un paso enorme para tener un mecanismo revolucionario de financiamiento, en el que ningún Estado podrá impedir ni poner sanciones para boicotear la llegada de capitales.

– ¿El Petro ayuda a saltar el bloqueo y las sanciones de Estados Unidos?


El Petro, al igual que el resto de los activos digitales, funcionará en base a la tecnología blockchain. Se trata de una innovación que usa funciones matemáticas como la hash, la capacidad para hacer cuentas de las computadoras y la conexión global a internet para automatizar las transacciones de dinero sin necesidad de un intermediario que certifique si se hizo o no el movimiento. La mejor forma para pensarlo es que la blockchain permite tener un dinero inteligente, que no necesita humanos que se aseguren que el movimiento de una cuenta a la otra se realizó correctamente. En el mundo de las criptomonedas no es necesario un procesador de transacciones como el Swift ni existen posibilidades para los países poderosos de cambiar las reglas de juego, manipular los movimientos financieros o imponer algún tipo de sanción a otros países o personas. La tecnología blockchain se encarga de dejar las reglas claras para todos y el que quiere participar se tiene que adaptar a esta idea de descentralización, en la que nadie tiene la posibilidad de poner el tablero a su favor o generar perjuicios a otros. 

El Petro, por tanto, va a permitirle a los venezolanos realizar operaciones financieras con otros países e incluso entre los propios habitantes, sin tener los controles ni apercibimientos de Estados Unidos, que no puede imponer sus reglas. Para dar de baja la blockchain Estados Unidos debería desconectar internet en el mundo, un imposible. En la medida que esta tecnología se masifique en Venezuela se abrirá además un abanico de posibilidades. Desde la emisión de contratos de deuda en Petro hasta el uso de la blockchain y los activos digitales para enfrentar la inflación y las maniobras de desabastecimiento. Se podrá tener, por caso, una criptomoneda que sólo sirva para la compra de alimentos. El futuro llegó y Venezuela tiene todas las condiciones de aprovechar la tecnología para enfrentar las tensiones económicas.

Disposiciones necesarias para el estudio provechoso de la escritura

Disposiciones necesarias para el estudio provechoso de la escritura



Así como para apreciar debidamente la poesía se requiere poseer un sentimiento especial hacia lo bello y poético, es de gran importancia una disposición especial para el estudio provechoso de las Sagradas Escrituras. Para su estudio y recta comprensión también se necesita un espíritu respetuoso y dócil, amante de la verdad, paciente en el estudio y dotado de prudencia.

1.Se necesita un espíritu respetuoso. Por ejemplo un hijo irrespetuoso y frívolo, ¿Qué caso hará de los consejos, avisos y palabras de su padre? La Biblia es la revelación del Omnipotente, es el milagro permanente de la soberana gracia de Dios. Pablo escribió: "Sin cesar damos gracias a Dios de que cuando recibísteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibieron , no como palabra de hombres, sino según es en verdad PALABRA DE DIOS"

2.Se necesita un espíritu dócil. Esto es muy necesario para un estudio provechoso y una comprensión recta de las Escrituras. La persna con esa actitud que adopta a Cristo como Maestro, verá y entenderá la verdad , porque Dios ha prometido: "encaminar a los humildes y enseñar a los mansos su carrera"

3.Es preciso ser amante de la verdad. El hombre no posee por naturaleza un corazón deseoso de conocer la verdad, sino al contrario un corazón que huye de la verdad espiritual y abraza con preferencia el error. Pedro escribió: " Deshechando, pues todo engaño , desead como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada.

4.Se debe ser paciente en el estudio. ¿Qué adelanto hará una persona impaciente e incosntante en cualquier trabajo que emprende?

5Se necesita prudencia. Para el estudio provechoso de la Es critura se necesita la prudencia de saber como comenzar la lectura por lo mas sencillo y proceder luego a lo que es más difícil. No es difícil descubrir que el Nuevo Testamento es más fácil que el Antiguo Testamento y que los evangelios son más sencillos que las cartas apóstolicas. Aún entre los Evangelios, los tres primeros son mas sencillos que el cuarto. Se debe comenzar, pues con el estudio de los primeros. A continuación de tercero pudiera leerse, por ejemplo, el libro de Hechos, que es de más compresión que el Evangelio según Juan, cuyo contenido es muy profundo. En una palabra, téngase la prudencia de saber pasar de lo sencillo a lo más difícil para sacar provechoso y no arrinconar el libro por incomprensible, como hacen algunos que no son prudentes. Cuando los discípulos de Jesús no comprendieron sus palabras,le preguntaron por el significado y le pidieron explicación: "Y El aparte explicaba todo a sus discípulos " "Les abrio el sentido para que entediesen las Escrituras"

Su ejemplo, en este caso, además de indicar las condiciones precisas para el provechoso estudio de las Escrituras, nos ofrece la regla fundamental que se debe observar en este trabajo: la oración, la súplica. Nunca se debe emprender el estudio sin haber pedido al Maestro que abra el entendimiento y aclare su palabra. La fuente de toda sabiduría es Dios "si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría , demándela a Dios... y le será dada".

Colaboración de Arturo Molina
Tomado del Maestro Volumen 7. Editorial Vida 2003


Liderazgo: Aprendiendo de Moisés

Liderazgo: Aprendiendo de Moisés


Una de las crisis más grande que enfrenta nuestra sociedad es la falta de liderazgo. Esto es, de líderes piadosos con un fuerte apego escritural, integridad, visión y pasión. 

Por largo tiempo ha existido la discusión sobre sobre si el líder nace o se hace. Mas basada en el ejemplo bíblico de Moisés, entre otros que pudiéramos mencionar, podemos concluir sin lugar a dudas que Dios levanta a hombres y mujeres a quien él equipa para la obra que ha dispuesto delante de ellos. Los mismos son moldeados a través de luchas y pruebas, victorias y triunfos.

El proceso envuelto en la hechura de un líder lo encontramos ejemplificado en la vida de Moisés, quien de un hijo adoptivo y tartamudo (Ex 2:10, 4:10), pasa a ser el hombre de mayor influencia en el pueblo de Israel (Dt 34:10). Comisionado con una encomienda mas allá de lo comprensible e imaginable, y enfrentado con grandes retos internos y externos, Moisés es llevado del carrizal en un río al palacio de Faraón (Ex 2:1-10). Y de gozar grandes privilegios como hijo de la hija de Faraón a experimentar grandes vicisitudes como pastor de las ovejas de Jetro su suegro, en los campos de Madián (Ex 2:15). 

Es allí en el lugar mas bajo mientras pastorea las ovejas de su suegro, donde tiene un encuentro personal con Dios en la zarza del monte Horeb (Ex 3:1-2), y donde es comisionado por él para guiar a su pueblo a tierras de libertad (Ex 3:6-12). Mas adelante en su travesía por el desierto Moisés es llevado al Monte Sinaí donde recibe las tablas de la ley (Ex 31:18), para luego morir en Moab frente a la entrada de la tierra prometida (Dt 32:49-50, 52). 

A través de toda esta trayectoria Dios estaba trabajando por partida doble en la vida del pueblo de Israel así como en el carácter de su líder, de quien quedaría registrado que por su desobediencia se le impidió entrar a Canaán (Dt 32:51-52). No obstante, la muerte de este gran siervo descrita en Deuteronomio 34:7-12 testifica acerca de la singuaridad de su liderazgo, a la vez que nos con deja grandes enseñanzas. 
  • Nadie jamás hizo todas las señales y prodigios, ni exhibió el gran poder y los grandiosos y terribles hechos que hizo Moisés a la vista de Faraón, Egipto y todo Israel (Dt 34:11-12)
  • Moisés gozó de una intimidad profunda con Dios (Ex 33:11a). 
  • Dios honró a Moisés de manera tal que nunca más se levantó profeta como él en Israel ni quien le haya conocido cara a cara (Dt 34:10).
  • Moisés nunca perdió su vigor ni sus ojos se oscurecieron (Dt 34:7).
  • Moisés impactó la vida de los hijos de Israel quienes enlutados, lloraron profusamente a su líder (Dt 34:8).
  • Entendiendo la importancia y necesidad de la continuidad en el liderazgo, Moisés preparó y traspasó su legado a Josué. El fue un modelo y mentor singular para quien Dios había determinado dejar al frente de Israel (Dt 31:14, 34:9). 
  • Israel respetó mediante la obediencia, al líder que por mandato de Dios Moisés designó como su sucesor (Dt 34:9).
  • Las experiencias de Josué junto a Moisés lo llenaron del espíritu de sabiduría, esencial para ejercer cualquier liderazgo (Dt 34:9a).
  • Israel no quedó a la deriva sin Dios ni sin líder humano a la muerte de Moisés (Dt. 31:1-3, 34:9)
  • Israel gozó de la presencia, grandes experiencias y una profunda conciencia de Dios en su derredor (Dt 29:2-3).
  • Moisés cumplió su llamado y terminó su obra (Dt 34:4-5).
  • Este gran siervo siempre apuntó y elevó la mirada y el corazón de su gente hacia Jehová, de manera que su dependencia y esperanza estuvieran siempre en Dios. “Y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy” (Dt 34:6). ¡Aleluya!
Ciertamente Moisés influenció e inspiró la vida de generaciones. Una de las cosas elementales pero fundamentales que hizo fue compartir su vida, su conocimiento y su pasión con el pueblo de Dios, y de manera muy especial con hombres capaces de dar continuidad a la obra y encomienda dada por el Señor. El es el mejor ejemplo de un líder que se hace en la zarza de la íntima comunión con Dios, la práctica del pastoreo de ovejas difíciles, y bajo la escuela del sufrimiento y la obediencia del desierto. 
Cualidades y debilidades en el carácter y liderazgo de Moisés

Moisés fue un hombre cuyo llamado era sacar al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto, el imperio más grande y poderoso del momento, y llevarlos hacia la tierra prometida. El reto era enorme porque en primer lugar debía convencer a su pueblo y al faraón, en segundo lugar tenía que guiar a los israelitas por el desierto y motivarlos para que no se regresaran sino permanecieran firmes hasta llegar. Veamos sus cualidades.

Fortalezas en su carácter y estilo de liderazgo

En su carácter puedo observar
  • Fidelidad Núm_12:7 No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa.
  • Mansedumbre: Núm 12:3 Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.
  • Gracia para con Dios: Éxo 33:12 … tú dices: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos.
En su estilo de liderazgo:
  • Creo que una de las más grandes cualidades que lo distingue y que hacía que el poder de Dios se moviera en su vida era resolver todos los problemas basados en la oración. Moisés no hacía nada sin oración y no lo hubiera podido hacer sin ello. Si los israelitas eran rebeldes oraba y Dios le respondía. Moisés persistía en la oración, era audaz en ello y llegó a ser conocido como amigo de Dios.
  • Ligado a lo anterior Moisés obedecía las órdenes de Dios. Moisés daba el mensaje que Dios le decía y usaba su vara como debía.
  • Tenía un corazón pastoral por el cual salvó de la destrucción a su pueblo Israel cuando Dios pensaba raerlos y por ese corazón retuvo la presencia de Dios (Ex. 32,33)
Debilidades en su carácter y estilo de liderazgo
En su carácter:
  • A veces era inseguro y dudaba: al principio lo vemos poniendo excusas para no ir a Egipto y luego lo vemos clamando a Dios cuando debería marchar (Ex. 3, 14)
  • Su enojo lo hizo no santificar al Señor y tener falta en las aguas de Meriba y le impidió entrar a la tierra prometida. Núm 20:12 Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.
  • Una solidaridad excesiva con el pueblo que le impidió entrar a la tierra prometida. Deu 1:37 También contra mí se airó Jehová por vosotros, y me dijo: Tampoco tú entrarás allá.
Estos mismos defectos fueron en conjunto los que lo hicieron matar al egipcio. Querer ayudar a su pueblo lo hizo meterse en problemas por actuar indebidamente.
En su estilo de liderazgo
  • Un defecto visible para su suegro Jetro y que lo hubiera llevado al fracaso a largo plazo fue el querer hacer las cosas solo, el individualismo. Su suegro le aconsejó establecer a otros líderes (Ex. 17). Luego el Señor mismo le dijo que preparase a Josué.
Si nos ponemos a analizarlo, Moisés y su pueblo no lograron alcanzar todo el propósito que Dios había determinado para ellos. Sí salieron pero el pecado, rebeldía y necedad los hizo estancarse y dar vueltas en el desierto hasta perecer.

El testimonio de Moisés puede influenciar mi vida y ministerio en la importancia que tiene la oración para la resolución de los problemas que se presentan, pero también la importancia que tiene mantener las pasiones personales como la ira y la tristeza en control. Puede ser, según esta historia, que estemos ante un pueblo rebelde ante el que por mucho poder y autoridad que tengamos ellos no quieran, pero que eso no impida que nosotros logremos entrar. Esto me enseña que hay ciertas cosas que el liderazgo puede hacer por la gente pero hay cosas que no pues dependen del corazón de las personas. Que la frialdad de ellos y falta de pasión, su espíritu de queja y el cinismo no se nos contagie sino podamos mantener un espíritu diferente como el de Josué y Caleb.

La Ley, los Profetas y los Escritos, Parte 10

Los Años en el Desierto

David Hulme

El pueblo de Israel dejó la esclavitud en Egipto con la promesa de ser libres en tierra propia. Solo si fueran capaces de pensar más allá de las circunstancias de su escape, fueron limitados con la vida en el desierto de la que pronto se vieron rodeados. Un viaje que pudo haber tomado aproximadamente 11 días desde el Sinaí, terminó durando casi cuatro décadas. El motivo se hará claro mientras continuamos con la historia en los libros de Levítico y Números.

El libro del Éxodo nos cuenta que habiendo atravesado milagrosamente, de otra forma imposible de pasar, la masa de agua—en el que sus perseguidores los egipcios se ahogaron—el pueblo de Israel prontamente se quejó de la falta de alimentos y agua potable. Liberado más de una vez de estas crisis por la intervención milagrosa de Dios, y habiendo recibido las leyes por las cuales su sociedad funcionaría, su tarea inmediata era erigir la tienda o tabernáculo donde Dios había dicho que Él  habitaría entre ellos. Andando el tiempo, después de mucho trabajo en un medio ambiente difícil, «así, en el día primero del primer mes, en el segundo año, el tabernáculo fue erigido» (Éxodo 40:17). Casi un año había transcurrido desde el Éxodo.

«Levítico es la continuación directa de lo que precede al final del Éxodo, y la narrativa al final de Levítico  continua directamente en Números… El libro completo de Levítico cubre solamente un mes».
Adele Berlin, Marc Zvi Brettler and Michael Fishbane (EDS.), The Jewish Study Bible

«Y EL SEÑOR LLAMÓ» 

El libro de Levítico en el Español es nombrado a causa de la tribu de Levi, la familia de donde de donde salieron los sacerdotes. Los hebreos le llaman Wa yikra («Y el Señor llamó»), como la referencia del primer versículo en donde Dios solicita a Moisés que se reúna con Él. El libro establece los requisitos para el pueblo de Dios en cómo vivir vidas en devoción a Él y sus caminos. Definido esto por reglas que gobiernan todos los aspectos de la vida y adoración, incluyendo las ofrendas, el sacerdocio, el tabernáculo, los alimentos, la higiene, la sociedad e interacción sexual, los días santos, la propiedad y el descanso de la tierra, el perdón de las deudas, cuidado de los menesterosos, así como el cuidado de los siervos.

«Levítico trata de las múltiples funciones del sacerdocio… Aunque su papel educativo se extiende por todo el libro: Los sacerdotes bíblicos enseñó al pueblo lo que Dios requería de ellos».

Baruch A. Levine, The JPS Torah Commentary: Leviticus

Un código notable y de amplio alcance de la conducta, con la intención de dirigir a una sociedad teocrática—una gobernada por el Dios mismo. De muchas maneras su nivel de ilustrada preocupación, sobrepasa los preceptos actuales sociales y económicos. Inclusive, el código habla sobre la devolución de la tierra y su propiedad al endeudado una vez cada 50 años, al igual que leyes concernientes a la restitución de la libertad individual—cláusulas que ninguna sociedad moderna ofrece en la actualidad. Si el pueblo de Israel y sus descendientes escogían no seguir estas leyes, sufrirían las consecuencias de la desobediencia y el retiro de las bendiciones de Dios hasta que reconocieran su error y enmendaran sus caminos (Levítico 26).

La intención del código era el ser un modelo para otras sociedades, Moisés lo pondría en claro cuando repitiera las reglas mientras la gente se preparaba para entrar a la Tierra Prometida: «Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta» (Deuteronomio 4:6). Aun hoy, mucho después de que la teocracia de Israel ha terminado, las reglas dan resultados positivos cuando son seguidas por individuos, pues en su intento son universales. 

 «Y ÉL HABLÓ» 

El título en español del libro de Números se centra en los dos censos mencionados que se llevaron a cabo en cualquier extremo del libro y separados por casi 40 años. En el hebreo el título Wa-yedabber («Y Él habló») se refiere a Dios hablando con Moisés al principio del versículo del libro. Esto fue el comienzo del segundo mes del segundo año después de abandonar Egipto. El libro generalmente es más conocido dentro de la literatura judía como Bemidbar, de la palabra utilizada en el mismo versículo y significado «En el desierto». Números es la crónica de la vida de los israelitas durante las cuatro décadas de su peregrinar entre la escasa vegetación del desierto antes de entrar a su nueva tierra.

El libro consta de tres secciones: la primera (Números 1:1–10:10) solo abarca los 19 días que tomó contar y organizar a la generación del Éxodo para partir a la región del Monte Sinaí; la segunda parte (10:11–22:1) abarca los próximos 38 años de su peregrinar; en la tercera sección (22:2–36:13), los israelitas acampan y son contados por segunda vez en las planicies de Moab en preparación a su entrada a la tierra de Canaán.

La lista anterior de hombres en Israel de 20 años para arriba, por tribu (Números 1:46), produjo un total idéntico a aquel dado cuando abandonaron Egipto: 603,550 (véase Éxodo 38:26). Significa que al principio de 2 a 3 millones de personas vivieron como la comunidad de Israel en el desierto. El número de hombres de acuerdo al segundo censo 38 años después había disminuido por menos de dos mil (Números 26:51). Estos jóvenes varones constituían la armada de Israel en caso de guerra. La tribu de Levi estaba exenta del censo pues su papel era el de proteger  y cuidar del tabernáculo (1:47–53), tanto al acampar como cuando los israelitas viajaban.

Las 12 tribus estaban dispuestas en forma ordenada alrededor del tabernáculo según el orden de su viaje. Agrupadas a los cuatro puntos cardinales, viajaban guiadas por Dios. Lo hacía colocando una nube sobre el tabernáculo durante el día y la noche mientras permanecían acampados, y removiéndola cada vez que iban a viajar. «O si dos días, o un mes, o un año, mientras la nube se detenía sobre el tabernáculo permaneciendo sobre él, los hijos de Israel seguían acampados, y no se movían; mas cuando ella se alzaba, ellos partían» (9:22; véase también 10:14–28).

Se hicieron dos conteos de los varones levitas de forma separada. En el primero se contaron aquellos de un mes de nacidos en adelante (3:15) y se determinando su cantidad y clanes, así como la clase de servicio que irían a proveer. No todos los levitas eran sacerdotes, este papel estaba reservado para una rama de la tribu a través de Aarón, a quien los otros levitas asistirían  en el trabajo de servir al pueblo (3:1–9; 8:19). Una función sacerdotal en particular, era la de solicitar una bendición sobre Israel de vez en cuando: «El Eterno te bendiga, y te guarde; el Eterno haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; el Eterno alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz» (6:24–26).

Un segundo conteo de levitas entre las edades de 30 a 50 años proveía la mano de obra para transportar el tabernáculo y su contenido en los viajes de Israel (4:1–49).

PARTIENDO DEL SINAÍ 

Bajo la guía de Dios, los hijos de Israel dejaron el Sinaí cerca del final del segundo mes en el segundo año después de haber abandonado Egipto. El próximo acampado prolongado sería  en el Desierto de Paran (10:11–13), solo que primero pasarían por duras experiencias traídas una vez más por quejarse en contra de Dios. Después de viajar durante tres días, el pueblo comenzó a murmurar. En Tabera («arder»), se encendió fuego del Eterno, y consumió, pero como resultado de la oración de Moisés a Dios, el fuego se extinguió.

«Las pruebas físicas del desierto y el acoso psicológico de sus acusadores desgastaron su paciencia [Moisés] sacudieron su  estabilidad, y llenó de fayas su función. Aun así… permanece como un líder por excelencia».    

Jacob Milgrom, The JPS Torah Commentary: Numbers

Sin embargo, las quejas continuaron. La «mezcla» de gente no israelita que se vinieron con ellos de Egipto desearon de las comidas que ya no eran posibles, y pronto su actitud se les pegó a los israelitas: «Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos» (11:5). Después de todo, estaban limitados a «solamente», el alimento milagroso (mana) provisto regularmente. Su muestra de ingratitud ofuscó a Dios y desanimó a Moisés, al punto de darse por vencido (versículo 15).

Esta vez, Dios proporcionó tanta carne con las perdices que venían en dirección de un viento marino, que los israelitas se la pasaron recogiéndolas día y noche. Solo que tan pronto comenzaron a engullirlas, algunos de aquellos que se habían quejado y deseaban carne lo encontraron detestable y fueron heridos por una plaga, el lugar fue nombrado Kibrot-hataava («Sepulcros de codicia»).

En la próxima parada, Hazerot, Aarón y su hermana, Miriam, sucumbieron a una actitud criticona y de orgullo hacia Moisés. Sin embargo Moisés permaneció humilde y no trató de defenderse a sí mismo. Dijeron, «¿Solamente por Moisés ha hablado el Eterno? ¿No ha hablado también por nosotros?» (Números 12:2). Los hermanos de Moisés encontraron motivos para criticar a su hermano, porque su esposa era etíope y debido a su jerarquía. Lo que se ve claro es que si Moisés estaba equivocado por tener dicha esposa, no hay indicación de parte de Dios. Por el contrario, la actitud de Aarón y en particular la de Miriam contra el siervo de Dios airaron al Señor, a tal grado que Miriam fue afligida con una enfermedad de la piel y fue sacada del campamento por siete días. Únicamente después de que pasaron los siete días, los israelitas levantaron el campamento y fueron a un lugar más permanente en el desierto de Paran. Seguramente le dio a cada uno oportunidad de considerar el inherente peligro de criticar y desafiar al siervo de Dios.

UNA MIRADA A LA TIERRA PROMETIDA 

A la orden de Dios, Moisés envió representantes de las tribus a reconocer la Tierra Prometida. Después de 40 días regresaron a Cades con uvas, granadas e higos—como evidencia de la productividad de la tierra (13:17–26). Sin embargo, la mayoría de los espías se tornaron negativos hacia la tierra, informando sobre los habitantes como fuertes y de gran estatura, grandes ciudades y bien fortificadas. Solo dos espías, Caleb y Josué, seguros estaban que los israelitas deberían proceder porque Dios estaría con ellos.

El informe negativo prevaleció, y el pueblo se hundió en quejas una vez más, esta vez en contra de Moisés, Aarón y Dios. Inclusive sugirieron designar a un nuevo líder para que los llevara de regreso a Egipto, «Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: “¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! ¿Y por qué nos trae el Eterno a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto?» (14:2–3).

Caleb y Josué hablaron de la fe en Dios y la confianza en Él de entregarles la tierra que había prometido. Estos apelaron, «Por tanto, no seáis rebeldes contra el Eterno, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está el Eterno; no los temáis». Esto sólo trajo el impulso antagónico de la congregación de apedrearlos (versículos 9–10). En ese momento Dios hizo conocer su presencia en el tabernáculo, pronunciando que Él no quería tener nada más que ver con los israelitas y crearía una nueva nación en Moisés. Moisés suplicó a Dios por los israelitas, y dios se ablandó, diciendo que simplemente no le permitiría a esa generación (mayores de 20 en adelante) entrar a la tierra. En cambio morirían en el desierto, y sus hijos les heredarían «[la] tierra en donde fluye leche y miel» (versículo 9). Caleb y Josué serían librados y, junto con la nueva generación  entrarían en la tierra después que 40 años hayan pasado:«“Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día; y conoceréis mi castigo» (versículo 34).

Incluso entonces, algunos de los rebeldes asumían seguir adelante e inmediatamente entrar en la tierra, reconociendo su pecado pero rechazando la decisión de Dios. Como resultado, «descendieron el amalecita y el cananeo que habitaban en aquel monte, y los hirieron y los derrotaron, persiguiéndolos hasta Horma» (versículo 45).

MÁS REBELIÓN 

Otro ataque muy grave en el liderazgo que Dios había establecido—por ende a Dios mismo—también vino de la tribu de Levi, en complicidad por algunos de la tribu de Rubén. En esta ocasión Coré, ayudado por Datán, Abiram y 250 líderes, conspiraron contra Moisés y Aarón (16:1–2). La acusación hecha contra los dos hermanos fue que «¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está el Eterno; ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?» (Versículo 3). Está claro que los levitas aquí implicados no estaban contentos con el importante papel que se les fue dado y querían preeminencia. Moisés les dijo, «¿Están buscando también el sacerdocio?» Su opinión fue, de por supuesto, basada en la envidia y los celos hacia Moisés y Aarón.

Lo que sucedió después fue un enfrentamiento en el que Dios dejó en claro que la rebelión no sería tolerada entre Su pueblo. Convocando a los rebeldes a una reunión al día siguiente en la puerta del tabernáculo, Moisés dijo que debían traer incensarios llenos de fuego para quemar incienso. Ahí Dios decidiría entre ellos y el linaje de Aarón. El suelo se abrió bajo Coré, Datán, Abiram y sus familias, y dejaron de existir; el fuego devoró a los 250 jefes que los habían apoyado—nuevamente, un resultado desastroso y una terrible advertencia a aquellos que se comporten de manera presuntuosa dentro del orden estructurado que Dios había establecido para beneficio de los israelitas (Versículos 31–35).

Seguramente esta trágica conclusión pondría fin a la queja. Solo que, «El día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: “Vosotros habéis dado muerte al pueblo del Eterno”» (versículo 41). Al pueblo le faltaba el descernimiento para ver el error en las acciones y razonamiento de los rebeldes. Para aclarar que existía una estricta división de servicio entre los sacerdotes y otros levitas, Dios le pidió a las 12 tribus que trajeran una vara y las tendieran delante de Él. La vara de Levi debía salir de la casa de Aarón. Al siguiente día, la vara de Aarón había retoñado y producido almendras, mostrando la preferencia de Dios de su linaje para el sacerdocio. «Y el Eterno dijo a Moisés: “Vuelve la vara de Aarón delante del testimonio, para que se guarde por señal a los hijos rebeldes; y harás cesar sus quejas de delante de mí, para que no mueran”» (17:10). La vara de Aarón fue conservada como un fuerte recordatorio de la elección de Dios de su casa como sacerdotes de Israel. 

EL PRECIO DE LA DESOBEDIENCIA 

En algún lugar ya cercano el momento en que los hijos de Israel entraron en su nueva tierra, se hizo evidente que Moisés, Aarón y Miriam no estarían entre ellos. Miriam murió y fue enterrada en Cadés (20:1). Poco después, Moisés y Aarón enfrentaron otro incidente de rebelión por los israelitas demandando agua. Ahora ellos, también, cometieron un trágico error.

Instruido por Dios de golpear una peña para que de esta fluyera agua, Moisés airadamente dijo: «¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña?» (Versículo 10). Porque él dijo que él y Aarón estaban realizando el milagro («os hemos»), perdió cualquier posibilidad de entrar en la tierra. Dios les dijo, «Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado» (versículo12).

El pecado, por el cual ambos morirían, se describe más adelante como un desafío contra Dios. Justo antes de la muerte de Aarón en el monte de Hor en el año 40 después del Éxodo (Números 33:38), dijo Dios, «Aarón será reunido con su pueblo, pues no entrará en la tierra que yo di a los hijos de Israel, por cuanto fuisteis rebeldes a mi mandamiento en las aguas de la rencilla» (20:24). Cuando llegó el momento de que Moisés muriera, Dios le explicó una vez más: «por cuanto pecasteis contra mí en medio de los hijos de Israel en las aguas de Meriba de Cades, en el desierto de Zin; porque no me santificasteis en medio de los hijos de Israel» (Deuteronomio 32:51).

El libro de los Salmos menciona este incidente en términos de la responsabilidad que los israelitas mismos conllevaron en el pecado de Moisés: «También le irritaron en las aguas de Meriba; Y le fue mal a Moisés por causa de ellos, Porque hicieron rebelar a su espíritu, Y habló precipitadamente con sus labios» (Salmos 106:32–33).

El continuo fallo de los israelitas de confiar en Dios en sus necesidades diarias como alimentos y agua, fue una vez más evidente cuando se desanimaron en el camino a la tierra de Moab. En esta ocasión criticaron directamente a Dios mismo: «Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: “¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano”» (Números 21:5). Una vez más Dios tuvo que castigarlos, esta vez en forma de «temibles serpientes» (versículo 6).

El precio por fallar en darle la preminencia y respeto a Dios, es cogiendo el orgullo y  el protagonismo en su lugar, es evidente a través de Números, tanto en las actitudes rebeldes entre el pueblo como en la falla de liderazgo.   

«En contraste con la falta de la fe de la generación del Éxodo, la siguiente generación  es caracterizada por fidelidad y coraje; es exitosa en batalla y considerado digno de conquistar la tierra prometida».

Jacob Milgrom, The JPS Torah Commentary: Numbers

AL BORDE DE LA TIERRA  

Entre Cades y Canaán descansa la tierra de Edom, un territorio habitado por descendientes de Esaú, el hermano de Jacob/Israel. Moisés les pidió permiso para pasar por su tierra y fue rechazado (20:14–21). Esto hizo necesario girar hacia el sur y luego tomar un rodeo bordeando la frontera oriental de Edom. A lo largo del camino los israelitas tuvieron que luchar contra varios nativos y sus reyes, incluyendo a los cananeos en Arad, los amorreos bajo Sehón, y los refaitas bajo Og (21:1–13, 21–24, 33–35). En cada caso Dios libró a los israelitas, trayéndolos a las planicies de Moab y las tierras altas donde se puede ver el Valle del Jordán desde el este (22:1). Ahora estaban a punto de comenzar la parte final de su viaje. La próxima vez, los preparativos para la entrada en la Tierra.

Referencias Seleccionadas

  1. Baruch A. Levine, The JPS Torah Commentary: Leviticus (1989).
  2. Adele Berlin, Marc Zvi Brettler and Michael Fishbane, eds., The Jewish Study Bible (2004).
  3. Jacob Milgrom, The JPS Torah Commentary: Numbers (1990).

Moisés: sin quererlo, el líder perfecto

Moisés: sin quererlo, el líder perfecto


He aquí una pequeña pincelada de sabiduría judía (Masejet Iruvin, 13b): “Todo aquel que persiga la grandeza, la grandeza huirá de él. Todo aquel que huya de la grandeza, la grandeza le perseguirá”. Así era Moisés, el prototipo de líder ideal. En estas fechas de celebración de Pascua, recordar el extraordinario liderazgo de Moisés puede ser una buena lección para todos: tanto para la gente corriente –como usted o como yo– como para los más altos mandatarios.

Moisés no era una persona común. Era un príncipe. Y no precisamente un príncipe cualquiera, sino el favorito del rey, el designado para ser heredero, como describe la Midrash: “Tú dices: ‘Y el niño crecía’. Sin embargo, no crecía como el común de los mortales. …La hija del faraón solía besarlo, abrazarlo y amarlo como si fuera su propio hijo. Nunca lo sacaba del palacio del rey. Y como era hermoso, todos ansiaban verlo. Aquel que lo veía no era capaz de ignorarlo, y el faraón lo besaba y lo abrazaba. Solía agarrar su corona, y el faraón la colocaba en la cabeza del niño, tal como estaba destinado a suceder cuando fuera adulto”.

Sin embargo, Moisés era la antítesis de cualquier persona con aspiraciones de gobernar. No se trataba precisamente de alguien muy elocuente, era un repudiado tanto entre los hebreos como entre los egipcios y, a menudo, no alcanza a comprender a Dios a pesar de ser el portador de Su mensaje. 

Cualquier otro habría abandonado desde el primer momento, pero él no lo hizo. Tenía esa cualidad que a todos nos encantaría ver en los líderes de hoy: sentía un genuino amor desinteresado por su pueblo.

Fue su amor lo que le permitió liderar; ese amor hacía posible que la gente conectara con él, y entre ellos también. Es más, al final, su amor logró implantar un nuevo atributo en ellos: el amor a los demás. Cuando por fin se unieron a los pies del Monte Sinaí “como un solo hombre con un solo corazón”, llegaron a ser una nación. Y en la medida que se mantuvieron adheridos a la ley del amor, siguiendo el principio de “amarás a tu prójimo como a ti mismo”, pudieron perdurar como nación.

Al igual que Mordejay en el libro de Ester, Moisés primero une al pueblo para, a continuación, ser recompensados ​​con el milagro y la redención final. En el caso de Moisés, fue el éxodo de Egipto, que culminaría con la llegada a la tierra de Israel. En el caso de Mordechay, fue el retorno desde Persia tras la “redención” de Hamán y el regreso final a la tierra de Israel.

No es casualidad que la salvación venga precedida de la unidad. A pesar de todos los intentos por cambiar y, aunque en ocasiones veamos actos de bondad, la naturaleza humana es esencialmente egoísta. Esto es algo tremendamente evidente en nuestro tiempo, basta con mirar a nuestro alrededor y observar nuestra sociedad; pero es algo que también se sabía desde hace miles de años, y de ahí las palabras: “el corazón del hombre se inclina al mal ya desde su juventud”.

Una sociedad no puede perdurar solo con el egoísmo. Es necesario un equilibrio entre dar y recibir. Moisés enseñó a la gente a no ir en contra del ego, sino a elevarse por encima de él y cubrirlo con amor: “el amor cubre todas las transgresiones”. Hoy vemos que estamos perdiendo la batalla contra nuestro ego, como los antiguos hebreos, que entendieron que no podían hacerle frente. En su lugar, Moisés les enseñó a elevarse por encima de él y establecer un pacto de amor mutuo; y ese pacto hizo posible un modelo social justo basado en la solidaridad mutua. Hasta las más destacadas democracias tendrían mucho que aprender de aquella sociedad de los antiguos hebreos.

Ante todo, un líder es un educador. En ese sentido, Moisés educó a su pueblo en el amor mutuo, y con ello, los ayudó a conectarse por encima de sus egos. Los hebreos alcanzaron la unidad alrededor del Monte Sinaí, que recibe su nombre de la palabra hebrea, Sinaah (odio). No destruyeron la montaña de odio que se erigía entre ellos, sino que enviaron como emisario al hombre más puro, Moisés, para que la escalara, la conquistara, y trajera hasta ellos una ley (la Torá) con la cual ser capaces de instaurar el amor entre ellos del mismo modo que él los amaba.

La Torá nos revela que el proceso para establecer el estado de “ama a tu prójimo como a ti mismo” no fue sencillo. Y no ha cambiado desde que fue entregada en el Monte Sinaí. Cuando el pueblo de Israel implantó la solidaridad mutua y llegaron a ser “como un solo hombre con un solo corazón”, recibieron el principio de “ama a tu prójimo como a ti mismo”, la ley más grande de la Torá. Y en ese momento el Creador se dirigió a ellos diciendo: “Hoy os habéis convertido en un pueblo”.

Mientras la nación llevaba a cabo esta transformación, Moisés iba abriendo camino, mostrando siempre una dedicación y devoción hacia su pueblo como nunca antes nadie había mostrado. Y de ese modo, el prototipo perfecto también se convirtió en el líder perfecto. Moisés nunca tuvo anhelo de gobernar, ni de riquezas, ni de poder, ni de linaje (era un príncipe del enemigo en el destierro), ni siquiera anhelaba la elocuencia. Solo contaba con una redentora cualidad: el amor. Y eso le convertía en el líder perfecto.

En efecto, solo un líder que se preocupe por fomentar el amor fraternal –y no la ambición de poder o la autoestima– puede funcionar en Israel. Que las cosas vayan bien para Israel solo depende de su unidad, y solamente un líder de ese tipo puede unir a la gente. Si los dirigentes actuales desean tirar del carro del pueblo judío para que salga de la ciénaga del antisemitismo, primero deben centrarse en unir a Israel. Y entonces todos empezaremos a estar a salvo, pero de nuestros propios egos.



Profesor de ontología, Doctor en filosofía y cabalá y Licenciado en biocibernética médica. Fundador y presidente del instituto ARI. Imparte diariamente lecciones de Cabalá a una audiencia aproximada de 2 millones de personas de todo el mundo, con traducción simultánea a distintos idiomas, entre ellos: inglés, alemán, italiano, ruso, francés, turco y castellano. Al día de hoy se han publicado más de 40 libros, traducidos a 35 idiomas. Entre sus obras se encuentran: “Como un manojo de cañas”, “La guía para el nuevo mundo” y “La psicología de la sociedad integral” entre muchos más.

lunes, 5 de febrero de 2018

¿Qué es un Líder? Definición y Características



¿Qué es un Líder? Definición y Características



El diccionario de la RAE define lo que es un lider como “Persona a la que un grupo sigue, reconociéndola como jefe u orientadora“.
La palabra “jefe” no me parece muy acertada para relacionarla con un lider, pero si estoy de acuerdo, en que un verdadero lider, orienta y guía a un grupo de personas.

Un jefe no necesariamente es un lider, y por lo general, los jefes son impuestos como figuras autoritarias.

Siempre imaginamos al jefe como si fuese un dictador o algo parecido ¿verdad?. Como alguien que solo quiere enriquecerse a costa de los demás y solo piensa en su propio bienestar, es el estereotipo que se ha formado a lo largo de la historia en torno a este cargo en los negocios.

Los líderes son, por el contrario, fácilmente identificables por sí solos como lideres, no porque ellos mismos se atribuyan este título de “líderes”, sino porque sus actos les llevan a ser vistos como tal por los de su entorno.